Parece mentira pero ya han pasado 10 meses desde
la primera vez que llegué a Tianjin. Muchas cosas han pasado desde entonces y
ahora, como ya es el final, toca ponerse un poco melancólico.
Aún recuerdo el primer día que llegamos a China,
desorientados, sin saber dónde nos habíamos metido pero con la maleta llena de
ilusiones y esperanzas (además de mucha ropa) para una nueva aventura.
Después de 10 meses puedo decir que he aprendido
mucho. El objetivo de este viaje era mejorar mi chino y lo he conseguido, así
que por esa parte, me voy contenta. También creo que he madurado a nivel personal,
porque para vivir un año en este país…hay que armarse de paciencia! Y oye, para ser China, este año no ha estado
nada mal! J
Este país tiene muchas cosas buenas, pero también
muchas cosas malas…aunque a veces he deseado volver a casa, he tenido mis
momentos de bajón y me he cagado en todos los chinos, también ha habido muchos
momentos de alegría, de diversión, de risas… y hay especialmente 5 motivos por
los que este año en China ha valido la pena y va a ser un año inolvidable.
Estos 5 motivos tienen nombre: Meri, Mark, Ari, Judit y Carolina.
Juntos hemos vivido muchas cosas: hemos sufrido
estudiando chino, nos hemos reído, nos hemos consolado cuando uno tenía un día
malo, hemos criticado a los chinos y nos hemos reído de ellos, hemos viajado,
jugado a cartas (más de lo necesario quizás), cocinado y experimentado nueva
comida… pero lo más importante, hemos sido como una pequeña familia en la otra
punta del mundo. Así que por todo esto y mucho más, ¡GRACIAS CHICOS!
Pero ellos no han sido los únicos que han hecho
que este año haya valido la pena, y aunque no creo que lo lean, también quiero
dar las gracias a Joana, Takuma, Caterina y Fiamma.
Sé que ahora mismo estoy deseando volver a casa y
salto de alegría cada vez que queda un día o incluso una hora menos para estar
con vosotros…pero también sé que en el fondo voy a echar de menos Tianjin. Nos
es la ciudad más bonita del mundo, pero pese a la contaminación, tiene su
encanto. Ya no será lo mismo entrar a
casa y que no esté en la puerta un 叔叔 saludándote, o que las señoras de la limpieza no
te pregunten de dónde eres o cualquier otra tontería que se les pase por la
cabeza en ese momento… y no será lo mismo decir OH MY…!, piaoliang,
chuflástico, ya fue, de toda la vida, verge santa…entre otras sin acordarme de
muchos momentos vividos aquí.
Y como creo que ya me estoy poniendo demasiado
melancólica…por último solo quiero dar las gracias a todos los que me habéis
apoyado en esta aventura, a los que habéis sufrido conmigo, a los que os habéis
acordado de mí, ya sea haciendo skypes, mensajes por whatsapp o facebook o
incluso leyendo este blog.
Esta es mi última entrada de blog… así que me
despido de China diciendo un adiós o un hasta luego (sólo el tiempo lo dirá).
¡Un último gran beso desde Tianjin!